Tras la festividad del Pino, que muchos hemos aprovechado para rogar a la Virgen algún trabajo que alivie esta sequía laboral, se reanuda el curso político colegial. Aunque parezca que han sucedido muchas cosas desde el lejano julio, realmente todo sigue donde lo dejamos. Hagamos memoria. Los notables habían decidido la caída de la Junta de Héctor, que se escenificó en las Asambleas Demarcacionales de Junio. El intento desesperado de éste por escaquearse de su responsabilidad por haber despedido a dos protegidos de los notables, echando toda la culpa a la Secretario, no apaciguó a los ultra-brick (facción extrema de los construct-boys) presentes en la Asamblea. Y sucedió que mientras nuestro Presidente reflexionaba tostándose al sol en una conocida playa del sur grancanario, y los gerentes del colegio se daban cuenta de que TODO el dinero que había previsto nuestro brillante tesorero (hoy desaparecido) en los presupuestos de gastos para todo el año se había acabado ya en Junio, al mismo tiempo se comenzaron a recoger firmas para una moción de censura a la totalidad de la Junta. En cuanto este rumor llegó hasta nuestro bravo presidente, rápidamente tomó papel y lápiz e improvisó un “aviso sobre toma de decisión sobre dimisión del presidente (..)”, advirtiendo de que dimitirá el día 30 de septiembre, y de que no hacía falta que terminasen de recoger las firmas. Fuera por efecto de esta carta, o porque los recolectores de firmas en el colegio se encontraban de vacaciones, el caso es que parece que la cosa se ha detenido, y aún no llegan a las 200 firmas necesarias. La carta del presidente, cuyo contenido está siendo descifrado todavía por potentes ordenadores para intentar entender su significado, parece que deja claro que dimitiría (en caso de hacerlo) porque no logró lo que le exigieron los notables: la dimisión de la Secretario. Pero parece que, contento con su “gestión”, nos trasladará próximamente los logros de su mandato, con vistas parece ser a una eventual reelección. Sin embargo, la actividad de los grupos de presión colegiales se ha acelerado, y ya han aparecido candidatos a la Junta Directiva, y hasta un nombre ilustre para ocupar la presidencia de la demarcación.
Y respecto a la Asamblea regional, se cumplió el guión con brillantez, incluyendo una fenomenal pantomima respecto a la dimisión de los tesorero y secretario, que gustó mucho al público asistente. El decano fue aclamado, el estatuto se modificó para poder cobrar cuotas fijas, se aprobó la derrama extraordinaria para poder terminar el año, y en un clima de festiva cordialidad se rechazó con una acordada espontaneidad la propuesta de modificación estatutaria del compañero Trujillo Larroche. Ahora empezaremos a pagar la primera de la serie de derramas previstas con efecto del mismo mes de julio, aunque se baraja esperar a diciembre y cobrar todo junto, ya que a los colegiados nos hará indudablemente más ilusión esta última forma de pago.
Lo dicho: todo igual.