martes, 25 de enero de 2011

Presupuestos 2011: el último despeje antes del desastre

Todas las señales de los últimos dos años nos venían alertando de que la situación de los colegios profesionales era insostenible, y que era imprescindible una reestructuración muy profunda. Pero el desinterés de los arquitectos y/o el miedo a plantear una postura disidente frente al oficialismo de las familias del poder ha impedido que nadie hiciera nada. O casi nada: las posturas de los poderosos han pasado del "todo va bien" y "no hay que despedir gente" con las que ganaron o asaltaron las respectivas demarcaciones a entonar la canción de moda: "austeridad ante la crisis" y "recortes de gastos". Claro que esos recortes enunciados en decálogos y declaraciones se basan en los dos principios fundamentales (del movimiento): liquidación de cualquier servicio al colegiado de a pie, y reafirmación y renovación de los privilegios (de empleados y arquitectos patanegra). ¿Cómo es posible esto, si se anuncia que se está haciendo lo contrario? Amables lectores, cuando les digan que se reducen las retribuciones de los directivos, compruébenlo con los números correspondientes: la "reducción" pasa de 72.559,13 € (cierre 2010 GC) a 82.200 € (presupuesto 2011 GC): una "reducción negativa", como dirían los creativos economistas responsables. Los sueldos innecesarios y estratosféricos de 6.000 € han sido "negociados" en un 15%: ¡vaya medida, en vez de reducirla en un 100%, que sería lo lógico si no se estuviese pagando algún tipo de peaje! Los despidos se han acometido siguiendo el escalafón de la meritocracia y el apadrinaje, y se han tratado de maneras muy desiguales casos similares. Las formas se han guardado en algunos casos, y en otros las cuestiones se dirimen en los juzgados laborales, con cuantiosas indemnizaciones más que probables en un futuro muy próximo. Los que defienden esta desastrosa gestión ignoran hasta la señal de que la demarcación de Gran Canaria ha perdido su sede colegial, en lo que se ha denominado "traslado", eufemismo de "deshaucio". Los colegiados de las demarcaciones más pesadas en burocracia y meritaje van a asumir préstamos de 450.000 € (GC) y 900.000€ (TFE) que tendrán que devolver de sus bolsillos a requerimiento judicial en muy poco tiempo, cuando todo el sistema salte y el endeudamiento llegue a un límite inasumible. ¿Para qué? Pues para mantener el tinglado unos meses más. Si las reglas de saneamiento financiero que se están imponiendo a las Cajas y Bancos se aplicasen a los colegios de arquitectos, se declararían en bancarrota y tendrían que ser gestionados judicialmente. Quizás ese sea el futuro que nos espera.


Entendemos que los incondicionales de los plutócratas derechopernadistas opinen (o griten) que nuestra postura es catastrofista. También entendemos que los colegiados más audaces simplemente duden, y que el resto (la mayoría silenciosa e inapetente) crea en la solidez de "las verdades" de esos dos actorazos que son los presidentes de las demarcaciones grandes (nuestro reconocimiento desde aquí). Pero la realidad se va haciendo cada vez más evidente, los inmuebles se hipotecan o se venden, los préstamos nos ahogan, y los servicios a los colegiados han sido completamente eliminados de las demarcaciones, cuyos fondos se dedican íntegramente a sostener una maquinaria innecesaria de un modelo de negocio que ya caducó. Si quieren jueguen a encontrar las contradicciones que hay en los presupuestos, como las previsiones de ingresos por visados en 2011 superiores a los números de 2010 en GC, a pesar de que se reconoce en la memoria que este año será peor que el anterior. Nosotros haríamos una crítica si los presupuestos se hubieran hecho con algo de seriedad y cordura. Pero el cambio necesario es ya imposible, tras la rendición anticipada del decano, y el abandono y silencio del colegiado sensato. Los presidentes han aprendido que el secreto para impedir rebeliones es no subir la cuota fija que paga el arquitecto, y han elegido el camino de la despatrimonialización y el endeudamiento hasta que sea posible.


Si no van a leer entre líneas no pierdan su tiempo examinando la documentación, pero no se pierdan las próximas asambleas colegiales: el espectáculo está asegurado con la cuidada coreografía, actores de primera, y público entregado. Sean puntuales, traigan la silla desde casa (por si ya han vendido las del colegio), y por lo que más quieran, no se descolegien. ¡El colectivo que se endeuda unido permanece unido!


Desde el roque del Oeste para toda Canarias,


redacción de infocoac