martes, 23 de febrero de 2010

El coac reconoce la dimisión del decano y convocará elecciones

Catorce días después de haberse producido, el coac sacó ayer un escueto boletín en que se comunica la dimisión del decano Virgilio Gutiérrez en la asamblea del 8 de febrero, después de que los colegiados presentes le rechazasen los presupuestos para 2010. Ustedes, estimados lectores, lo sabían desde minutos después de producirse. Ahora conocemos oficialmente la verdad, aunque llamando renuncia a la dimisión y no aprobación a la derrota de los presupuestos. Ellos son así, suavizan los golpes propios y martillean sobre los ajenos.

Este comunicado que por si solo no es una noticia (lo fue hace dos semanas) tiene múltiples lecturas, y como siempre animamos a que nuestros lectores y generosos colaboradores aporten las suyas propias. Nosotros empezamos por el propio retraso en la comunicación de la nueva.

EL RETRASO

Desde la misma tarde del 8 de febrero los compañeros que manejan y han manejado el aparato colegial desde tiempos inmemoriales, aún perplejos por la dimisión en caliente del decano, han estado reuniéndose para buscar alguna salida a esta crisis sin precedentes. La crisis no es del colegio, que ya está en situación terminal como todos saben, sino del futuro del grupo de familias que ha sabido beneficiarse de su posición de privilegio y conexiones en distintas instituciones, parte de cuya influencia se había ejercido desde el propio coac.

El decano que habían presentado para mantener el control férreo del colegio, y que tanto esfuerzo les costó que ganara por un único voto, había dimitido delante de todos. ¿Qué ha sucedido? ¿Una simple derrota por menos de una decena de votos acaban con la carrera de un decano?

EL FIN DE UNA ERA

La explicación es que el colegio ya no es atractivo como antes para quienes se han servido de él. El dinero, descontrol, e influencias de antaño, amparadas por una impunidad casi total en la gestión, todo propiciado por el clientelismo del sistema o por la desidia de los compañeros, ha llegado a su fin. Ahora toca arreglar el completo despropósito que es actualmente la estructura colegial, y transformarlo en algo que se pueda justificar. O esperar a que se hunda definitivamente, y que se olvide el nombre de los responsables.

Virgilio ha decidido salir por la puerta de atrás, sin siquiera mandarnos una carta de su propia y lírica cosecha, pues ha entendido que permanecer en el cargo justo antes de la debacle únicamente le podría arrastrar personalmente. Lógicamente nadie quiere ser recordado como el “decano del fin del coac”, y conociendo como conoce el aparato colegial, sabe que muchos le intentarían responsabilizar únicamente a él del fracaso labrado durante décadas por tantos y tantos que han rentabilizado superlativamente su paso por el colegio. Homo homini lupus.

LA DIFÍCIL SITUACIÓN QUE QUEDA

El que venga heredará unos Órganos Generales endeudados, sin recursos económicos, sin utilidad alguna para los colegiados, es decir, abocados a una costosísima desaparición o a una agonía más costosa aún. Han sido el órgano de control regional, y el buque insignia del despilfarro y el privilegio (llamados prestigio por quienes lo practicaban). Hoy ni las Demarcaciones tienen recursos para sostener sus inútiles maquinarias.

El colegio no ha querido conocer la opinión de los colegiados sobre la obligatoriedad del visado que el gobierno reclama para poner en ejecución el ómnibus. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

El colegio no ha querido plantearse un nuevo modelo, que sirva a todos y no a unos pocos, y que tenga un coste moderado y justificado. No hay peor sordo que el que no quiere oir.

Se acabó el pastel (o para algunos, el queque). La pregunta es si tendrá alguna solución esta situación de desgobierno sin precedentes cuando más necesario era adoptar medidas contundentes para que el colegio no desapareciera.

LAS INCÓGNITAS

¿Quién querrá asumir la responsabilidad que ha quedado vacante? ¿Tendremos posibilidad de elegir entre varias propuestas valorando su programa, o pasará como en Gran Canaria, que todavía no sabemos cuál es la línea de actuación de la nueva Junta, que por cierto apoyó los derrotados presupuestos? ¿Se retirarán completamente los aparatistas de un colegio hundido, desvalijado y de incierto futuro? ¿Interesará al régimen que el próximo decano sea de Gran Canaria, según el precepto de la alternancia, o repetirá decano de Tenerife – o ya dará igual todo-?

Muchas de estas preguntas se aclararán en el momento en que conozcamos el contenido preciso del real decreto que el Gobierno de España se comprometió a poner en vigor antes del 27 de abril próximo, regulando la obligatoriedad del visado.

Sin dinero presente ni futuro muchos dejarían de interesarse por el Coac, y quizás así haya una oportunidad para el bien común. Sin los oportunistas y aspirantes que nos han lastrado durante décadas indudablemente ganaríamos todos. Crucemos los dedos, y esperemos.


Infocoac se mantendrá fiel a su compromiso con la información puntual y veraz, y seguirá siendo el referente para expresar libremente la opinión, mientras otros medios no permitan esa posibilidad.

lunes, 8 de febrero de 2010

El decano dimite tras perder la votación de los presupuestos 2010

Los asistentes a la Asamblea del Colegio de Canarias celebrada hoy día 8 de febrero rechazaron los presupuestos presentados por el decano en que se pretendía instaurar una cuota fija mensual de unos 22 euros por colegiado ADICIONAL a la ya cobrada por las demarcaciones. Tras las presentación surgieron numerosas dudas entre los asistentes respecto a la utilidad del colegio regional y la oportunidad de establecer un pago nuevo cuando menos trabajo hay, y además para sufragar gastos que muchos consideran excesivos y salarios fuera de mercado de algunos empleados.

Una vez realizada la votación, cuyos votos fueron recontados, el decano asumió el rechazo de los arquitectos a los presupuestos y ante la sorpresa de la sala anunció su dimisión.

La presencia en la sala del presidente del consejo superior, Jordi Ludevid, quedó eclipsada por el sorprendente resultado de la votación y posterior dimisión del decano de los arquitectos de canarias, elegido en su momento por un único voto de diferencia.

Los colegiados asistentes a la Asamblea regional (fundamentalmente de Tenerife) han dado un claro mensaje respecto a su tolerancia para soportar económicamente un modelo de colegio caro, desfasado e inoperante, y que beneficia únicamente a un selecto grupo de profesionales. Los privilegios colegiales y diferencias de trato a arquitectos, pero también a empleados colaboradores sempiternos del régimen, en este momento se empieza a tambalear.

El decano Gutiérrez, aturdido por el inesperado resultado delante del presidente del CSAE, comprendió la magnitud de la derrota. En los presupuestos se ofrecía un modelo de continuación de las desastrosas actuaciones de gestión precedente del colegio de canarias. Su rechazo significaba su cuestionamiento, y en consecuencia el decano dio por finalizada su ya larga carrera colegial, y presentó su dimisión.

PRESUPUESTOS DE GRAN CANARIA

El jueves pasado se habían aprobado los presupuestos de la nueva Junta de Gran Canaria, en los que se mantenía el importe de las cuotas fijas a los colegiados para evitar una rebelión. Lo más relevante de esa asamblea fue el anuncio de medidas para la presentación inminente de un ERE aceptado por los representantes de los trabajadores, de manera que unos 15 puestos de trabajo serían amortizados. Ante las peticiones de los colegiados de transparencia sobre los criterios de selección de los trabajadores prescindibles, el presidente de la junta mantuvo una postura opaca. En cuanto al debate sobre el modelo de colegio, el presidente se limitó a recalcar la prioridad urgente de la junta de recortar los gastos sin plantearse el modelo, e insistió en la idea que los recortes se realizarían en todos los departamentos y con objetividad. Algunos hasta le creyeron.